Salar de Uyuni: antiguo mar de Bolivia

Salar de Uyuni

La belleza y la soledad en un terreno agreste e inhóspito nunca tuvieron mejor representación que en el Salar de Uyuni, el espejo de sal más grande del mundo.

Rodeado de montañas y volcanes que alcanzan los 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar, el Salar de Uyuni situado en Bolivia, con más de 12.000 km2 de superficie es el espejo de sal más grande del mundo. Este sitio no solo es rico en paisajes indescriptibles, sino que también es una de las reservas de Litio más grandes del mundo.

La Pachamama supo como recrear los paisajes andinos surrealistas jamás vistos, donde una fina capa de agua sobre la blanca sal brinda uno de los espectáculos naturales más hermosos. Así, el reflejo del cielo en el salar hace que únicamente la gravedad pueda servirnos para diferenciar el cielo de la tierra.

Este océano de sal, es un atractivo natural y remite a épocas inmemoriales en las que el mar cubría la tierra. Por la sequedad del aire y debido a la enorme evaporación en el altiplano sur, se formaron extensas planicies cubiertas de sal, principalmente cloruro, carbonato de sodio y magnesio, al evaporarse el agua que las contenía. En la zona también se encuentran los salares de Coipasa, Colchán y Empexa, donde se concentra la mayor cantidad de sal del planeta.

En la época de invierno, los salares son transitables y pueden ser visitados desde las diferentes localidades situadas en sus proximidades. En el poblado de Uyuni se encuentran todos los servicios turísticos con facilidades de información, hospedaje, restaurantes, comida nacional e internacional, comunicación sin restricciones, asistencia médica, cambio de moneda extranjera y tiendas de artesanías.

Este salar es una planicie de singular belleza, donde la naturaleza se manifiesta de manera peculiar, proyectando formas únicas en su género. Picos nevados, volcanes apagados, inmensas planicies áridas, escasos ríos y vegetación ideales para los que gustan de la fotografía y el turismo aventura. Continuar viaje al Parque Nacional Eduardo Avaroa y las Lagunas Verde y Colorada es recomendable y casi obligatorio