Uluru: la roca sagrada de Australia

Uluru

Una antigua y gigante roca sagrada para los Anangu. Y un excelente lugar para compartir y comprender a estas comunidades originarias.

Hace unos 550 millones de años, en el período Cámbrico, se produjo plegamiento, fractura y elevación. En este proceso prolongado por 100 millones de años, Uluru es el ejemplo más famoso de las rocas más resistentes a la erosión.

Uluru es la denominación que los aborígenes australianos brindaron a lo que nosotros llamamos Ayers Rock, una montaña de arenisca roja de 320 metros de alto y 8 kilómetros de periferia emplazada en el corazón de una inmensa planicie al sudoeste de Alice Springs, y que forma uno de los lugares más extraordinarios de Australia.

Es un lugar sagrado para los aborígenes del lugar por ser el origen de todo lo que conocen. La primera vez que el hombre blanco descubrió Uluru fue en 1873 y lo bautizó con el nombre de Ayers Rock en honor a Henry Ayers (primer ministro australiano de aquel entonces). Pero Uluru y sus cercanías siempre pertenecieron, desde tiempos inmemoriables, a los pueblos Yankunytjatjara y Pitjantjatjara, también conocidos como Anangu. Sin embargo la colonización los despojó de sus territorios, hasta que en 1985 les fueron devueltas. Diez años más tarde, cambió a la denominación vigente de Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta en reconocimiento a la comunidad Anangu. Actualmente es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Algunas de las actividades de los seres ancestrales, tienen un gran valor espiritual y sus huellas en el paisaje una especial consideración. Los Anangu, tradicionales custodios de estos valores, velan por la privacidad de algunos de estos sitios especiales. En ellos no se permite hacer fotografías ni penetrar. Algunas de estas localizaciones solo son adecuadas para que en ellas entren los hombres, mientras que otras son exclusivas para las mujeres. Hay conocimientos que se pueden compartir con los visitantes y otros que son exclusivos para los Anangu. Las sendas de los Mala y de Mutitjulu, son excelentes lugares para compartir y comprender la cultura tradicional de los Anangu, viajando con ellos no solo en el espacio sino en el tiempo hasta los hechos que permitieron la creación del mundo. Un lugar espiritual, pincelado por el sol que merece ser visitado.