Valle de la Luna, San Juan

Valle de la Luna

En Ischigualasto conocido como el Valle de la Luna por su aparente similitud con un paisaje interplanetario, es un área protegida para la preservación y estudio de extrañas formaciones geológicas, fauna, flora y fósiles.

Ischigualasto es un nombre de origen diaguita (tribus que habitaban originalmente esa región) con el que se bautizó al Parque Provincial, hoy conocido como Valle de la Luna. Este se extiende a lo largo de más de 60 mil hectáreas, a unos 300 Kilómetros de la ciudad de San Juan, arrogándose el papel de principal atractivo turístico de la provincia cuyana.

Quien fuera un inmenso lago rodeado de vegetación en el período Triásico de la Era Mesozoica, hoy se presenta como un enorme y multiforme desierto. Fue aproximadamente hace 60 millones de años que las masas rocosas de las Cordilleras de los Andes apretaron a la zona de Ischigualasto contra las Sierras Pampeanas (Valle Fértil), poniéndolas al descubierto y exponiéndolas a los agentes erosivos. De este modo, los vientos y las lluvias tallaron curiosas formas en las rocas.

Las geoformas constituyen los rasgos sobresalientes del paisaje del Valle de la Luna. Producto del desgaste de las distintas clases de rocas, estas extrañas y encantadoras formaciones reciben sus nombres de las relaciones que la mente humana ha hecho entre ellas y cosas de la vida cotidiana. “El Gusano”, “La Esfinge”, “El Submarino”, “El Hongo”, son algunas de las más destacadas formaciones del Valle, sobresaliendo aún más la casi inexplicable “Cancha de Bochas”, una superficie sumamente plana sobre la que yacen esferas perfectamente pulidas en forma circular, conformadas por el mismo material del suelo. “El Valle Pintado”, por su semejanza con un paisaje lunar, recibió en un momento el nombre de Valle de la Luna, término que se hizo extensivo a toda el área, donde se han hallado los restos fósiles más importantes; y el Paisaje Lunar, que encanta la mirada de todo aquel que se acerca a este sitio casi mítico.

El parque se recorre con vehículo propio, o bien con el del transfer de la agencia de turismo que nos haya llevado. Hay que contar con abrigo para el frío del atardecer. No es recomendable planear la visita al parque durante el verano, ya que al ser época de lluvias, a veces se hace intransitable el camino. Además, en esta época del año se registran muy altas temperaturas, por el intenso sol.