El Bolsón: la naturaleza hecha poema.

  
Lugar donde se puede experimentar la más absoluta paz y reminiscencias de una personalidad hippie.

El ejido de El Bolsón se fija en una superficie no mayor de 8.000 hectáreas y parece haber nacido bajo el signo del mito y la leyenda.  En este lugar cada amanecer brota del valle e impregna la vida de sus habitantes hasta el inevitable ocaso.

Años atrás, esta garganta de la naturaleza fue recorrida por primera vez por un capitán español. Éste lo hizo en la exploración de la Ciudad de los Césares, un territorio donde abundaba el oro y la plata y sus habitantes vivían en la total opulencia. Pasó por la región en el año 1620 y dejó un libro de apuntes de viaje en la que habla del sitio y a Lago Puelo como topónimo local.

El Bolsón se abriga de inviernos blancos que abrazan silenciosos cerros. Y con el tiempo la presencia de los hippies retoñó al lugar como el espacio para habitar una eterna maravilla, cargados de energía. En 1969 llegó el primer grupo a la región. La finalidad de estos jóvenes  era llevar a la práctica la convivencia con la naturaleza y como una forma de rechazo al continuo progreso industrial y capitalismo que se instalaba mundialmente. 

Los motivaba la convivencia en grupo y llevar adelante el amor a la naturaleza, la comunidad de intereses y volver a la tierra, el autoabastecimiento y la paz interior. Allí, por las noches las estrellas se abalanzan sobre el alma humana como en ningún otro lugar.

Su primer asentamiento comunitario fue en la zona denominada «La Isla», en las nacientes del Río Azul. Aunque por diferentes motivaciones este emprendimiento naufragó, perduró la idea de la vida comunitaria.

Más tarde se organizó la «Comunidad de El Arca», con centro en Cerro Radal y con otros accesorios como lo religioso y la autonomía familiar dentro de un mismo grupo. Alcanzados por su nueva manera de percibir al mundo, sus ideales, formas de vestir y aún por ser considerados revolucionarios, remataron haciéndose intérpretes de un Bolsón que los hospeda e  imprimen un perfil del turismo, la ecología y la artesanía regional.