Esquel, obligada cita para el turismo

Durante el invierno, el bosque andino es envuelto por el blanco que también cubre los cerros, caminos y lagos. Hoy, turistas del mundo entero llegan a la encantadora Esquel para disfrutar de sus inigualables paisajes.

Esquel se encuentra ubicada al noroeste de la provincia de Chubut, a 620 kilómetros de la capital de esa provincia y a 1900 kilómetros de Buenos Aires. Rodeada por montañas de hasta 2000 metros de altura, la ciudad se encuentra a 560 metros sobre el nivel del mar. Y con sus 32000 habitantes es la ciudad más importante de la zona cordillerana de Chubut.

Ubicada a sólo 13 kilómetros de la ciudad, se encuentra La Hoya, uno de los grandes centro de esquí del país que cuenta con todos los servicios que requiere tanto el esquiador profesional como la familia que busca un destino sereno y seguro. Hospedajes, propuestas gastronómicas, competencias deportivas y promociones de la temporada son algunos de los servicios disponibles.

En la actualidad, una de las principales atracciones turísticas es la Comarca de los Alerces y el Viejo Expreso Patagónico quien recibe el afectuoso apodo de Trochita, debido a la angosta separación de sus rieles. La excursión tradicional la realiza uniendo la ciudad de Esquel con la primera estación, Nahuel Pan, alejada a sólo 20 Km. Allí, el convoy detiene su marcha y los pasajeros pueden descender, visitar algunos locales con artesanías de aborígenes locales, escuchar su música o visitar el Museo de Culturas Originarias. Entre los objetos que se exponen hay tejidos, instrumentos musicales, piezas de alfarería, platería y otros. El Sitio además cuenta con una importante muestra fotográfica.

La ciudad dispone para el turismo de casi 2000 plazas entre hoteles, posadas, hosterías y una importante cantidad de cabañas. Es recomendado, durante la temporada de esquí, tomar reservas con anticipación. La Comarca de los Alerces cuenta con otras 900 plazas de alojamiento entre estancias, hosterías y posadas, además de la capacidad para albergar 3000 acampantes, dentro del parque nacional.

Su exquisita gastronomía, como las carnes de guanaco y choique, que provienen de antiguas tradiciones indígenas. Otras, como el cordero patagónico, que tienen su origen en la introducción de ovinos a finales del siglo XIX. Del mismo modo, la trucha, en sus diferentes variantes, es un elemento distintivo de la cocina que domina en los centros turísticos de la Cordillera de los Andes. Además, Esquel cuenta con opciones diferentes de cocina internacional, árabe, centroeuropea, lituana y propuestas naturales. Por último, el famoso té galés, así como la emblemática torta negra, son citas ineludibles por su riqueza gastronómica e histórica.