Resguardar el ambiente histórico

  
La Reserva Natural Parque Luro  al servicio del  interés turístico puesto en la naturaleza pampeana y en su historia y cultura.

La Reserva Natural Parque Luro se encuentra a 35 Km al sur de la ciudad de Santa Rosa, en departamento de Toay,  en el centro-este de la provincia de La Pampa, Argentina.

Esta es un Área Protegida que conserva el Bosque de Calden en 7600 hectáreas, de las cuales 1600 de ellas están consignadas al turismo y la recreación. Sus dos principales intereses están puestos en su naturaleza y en su aspecto histórico – cultural.

Respecto de su naturaleza,  prevalece el calden y el ciervo colorado y luego toman relevancia el jabalí europeo y las 160 especies de aves. La práctica del avistaje demanda de la presencia de un guía de campo que es el encargado de conducir, informar y seleccionar las zonas y momentos más adecuados para la observación.

Con sus bosques, médanos y laguna, representa un paisaje típicamente pampeano. Aquí es posible admirar la naturaleza en toda su magnificencia y convivir con un paraíso de flora y fauna. La expectación de las distintas especies en su hábitat natural implica introducirnos, en un panorama incomparable que se  puede realizar en cualquier época del año.

El segundo atractivo, el histórico cultural, se destaca por haber sido el primer coto de caza del país y el  más grande del mundo. Su origen  se encuentra ligado a la generación del 80` y a la belle epoque. Para los entusiastas de la tradición, Parque Luro se presenta como una opción imperdible. Los  visitantes pueden acceder al emprendimiento de Pedro Luro, su primer propietario. Es imperdible la visita guiada al edificio que fuera su residencia, hoy museo “El Castillo”, monumento histórico nacional. Este museo, que construido entre 1907 y 1911 es destacado también por haber sido la sede de las primeras reuniones por la provincialización de La Pampa. Por otra parte, el jardín de la Casona posee estatuas, fuentes y vegetación introducida desde Europa.

El recorrido, además incluye la visita a la sala de carruajes, al tambo modelo, al tanque del millón, construcciones notables de la época del mismo dueño. Así, visitar el parque es una invitación a revivir  un resurgimiento constante de la naturaleza y una parte ineludible de la  historia pampeana.