El Tren Maya ha generado un conflicto en las comunidades locales del sureste de México. A pesar de reconocer los beneficios del desarrollo que traería, también enfrentan desafíos como la «turistificación» y el desplazamiento de algunos habitantes. En la ciudad de Bacalar, se está construyendo el tramo 6 del tren, que conectará con Tulum. Sin embargo, este proyecto ha implicado cambios en el estilo de vida de las comunidades y la falta de transparencia en los acuerdos. Además, se han expropiado tierras y no se ha cumplido adecuadamente con el pago justo. Aunque el presidente López Obrador considera que el Tren Maya traerá prosperidad al sureste, los habitantes de Bacalar tienen una visión más compleja. Aunque ha habido un aumento en el turismo, también se han presentado problemas, como el encarecimiento de la vivienda y la falta de planificación para el desplazamiento de la población local. Además, la construcción ha provocado la deforestación de áreas que ayudaban a mitigar inundaciones. Los habitantes están trabajando para establecer ordenamientos comunitarios y desarrollar regulaciones urbanas.
Con informacion de AFP News, Reportur y Telam