Air France-KLM ha asegurado al menos € 7 mil millones en fondos gubernamentales mientras el grupo busca superar un colapso en la demanda de viajes en medio de la pandemia de coronavirus.
El grupo de aerolíneas francoholandesas está luchando por mantenerse a flote debido a una serie de limitaciones en los viajes.
Las autoridades francesas han confirmado que Air France obtendría 3.000 millones de euros en préstamos y otros 4.000 millones de euros en fondos garantizados por el estado.
Mientras tanto, el gobierno holandés dijo que estaba preparando entre 2.000 y 4.000 millones de euros en ayuda a KLM.
«En nombre de la junta directiva de Air France-KLM, me gustaría agradecer al estado francés y a nuestros socios bancarios por esta ayuda, que permitirá al Grupo Air France-KLM superar esta crisis sin precedentes», dijo Anne-Marie Couderc , presidente de la junta de Air France-KLM.
“También es el reconocimiento del papel estratégico que juega nuestro grupo al servicio de Francia, los Países Bajos y nuestros conciudadanos.
«La gerencia y todos los empleados del Grupo Air France-KLM harán todo lo posible para demostrar que somos dignos de la confianza depositada en nosotros».
A principios de este año, Air France-KLM estimó que el brote le costaría al grupo entre € 150 y € 200 millones solo en febrero-abril.
El director ejecutivo de la compañía, Ben Smith, advirtió que la ayuda del gobierno «no era un cheque en blanco» y que requeriría una acción dura sobre los costos y el rendimiento.
“Este financiamiento nos dará la oportunidad de reconstruir.
«Ante el trastorno por el que atraviesa el mundo, tendremos que repensar nuestro modelo de inmediato».
Se espera que un plan de transformación, que se finalizará en los próximos meses, incluya compromisos económicos, financieros y ambientales.
El grupo es el resultado de una fusión entre Air France y KLM en 2004.
Con una flota de 550 aviones, cubre 312 destinos en 116 países de todo el mundo.
La actividad de Air France ahora se centra en operar un horario de vuelo mínimo, equivalente a alrededor del 5% de la capacidad usualmente disponible. Esto está diseñado, por un lado, para preservar la continuidad territorial de las principales ciudades francesas y los territorios de ultramar, y, por otro lado, para mantener una línea de vida con las principales ciudades europeas e internacionales, permitiendo el transporte de pasajeros y carga.